“Estupefacto ante la prohibición de
actividades culturales y tentativo forzado de desalojo en el Centro
Cultural y Social El Birri de Santa Fe, Argentina, pienso: nadie tiene
derecho -ni el rey ni el papa ni el general- a impedir a un niño que
crea que las mariposas son estrellas que vuelan, nadie tiene derecho
-ni el que pisa con el pie diestro ni el que pisa con el pie siniestro- a
caminar aplastando los malvones, nadie -ni el que vive en la cueva o en
la intendencia o en la casa rosada de vergüenza- puede arrogarse
insolentemente el derecho de llevarse el índice a la boca y ordenar el
silencio en el concierto de ruidos, rugidos, suspiros, himnos, alaridos,
llantos y canciones amorosas del mundo. Nadie"
Fernando Birri.
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